rebelión en la casa real Alaui.

Martes 8 Diciembre 

FAMILIA REAL ALAUÍ

La rebelión del príncipe heredero de Marruecos, inspirada por la princesa Salma

El hijo del rey Mohamed VI rehúsa seguir estudiando en una universidad de elite en el sur del país y regresa a Rabat para estar junto a su madre, vigilada y sometida a restricciones.


Una villa ecológica. Ese iba a ser el alojamiento del príncipe heredero de Marruecos, Moulay Hassan, de 17 años, en Benguerir, una ciudad de 90.000 habitantes al sur de Marruecos, según anunció en octubre la prensa marroquí. El heredero del Trono se trasladaba a esa ciudad del sur del país para estudiar allí en la Facultad de Gobernación, Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Mohamed VI Politécnica (UM6P).

Tres meses antes, el Ministerio de Educación anunció que el heredero había obtenido el bachillerato internacional, en la rama de Ciencias Económicas y Sociales, con el “máximo honor” y el Ejecutivo marroquí no tardó en reaccionar manifestando su “gran alegría” por el resultado. Moulay Hassan culminaba así sus estudios secundarios en el Colegio Real, dentro del mismo palacio real, pero vinculado a la Academia de Burdeos (Francia). Como le gustan los aviones se dio también estos últimos dos años alguna vuelta por el Colegio Preparatorio en Técnicas Aeronáuticas de Marrakech.

El adolescente pasó en agosto unos días de vacaciones con su padre, el rey Mohamed VI, de 57 años, en la bahía de Alhucemas, pero tras el descanso veraniego rehusó instalarse en Benguerir. Detrás de su acto de rebeldía esta su madre, la princesa Lalla Salma, de 42 años, de la que el monarca se divorció en marzo de 2018, según indican fuentes conocedoras del palacio real marroquí.

La universidad que abrió sus puertas en Benguerir en 2017 es un centro de elite financiado por l’Office Chérifien des Phosphates (OCP), la mayor empresa pública de Marruecos. Se instaló en esa pequeña ciudad atendiendo a los requerimientos de Fouad Ali el Himma, de 58 años, gran amigo de Mohamed VI y el más influyente de sus consejeros reales. El “virrey” de Marruecos, como le describe a veces la prensa marroquí, es originario de Benguerir.

 

Lalla Salma cayó en desgracia tras su divorcio, estuvo vigilada y hasta sus movimientos y llamadas telefónicas quedaron restringidas. El Himma supervisó, al parecer, las restricciones impuestas a la princesa y esta no quiso que el príncipe realzara con su presencia la universidad que él había impulsado en su ciudad. También se le hacía cuesta arriba a la princesa separarse de su hijo con el que ha vivido hasta ahora en la residencia de Dar Salam, en Rabat, de la que estuvieron a punto de desalojarla tras el divorcio.

Moulay Hassan fue sensible a los argumentos de su madre, a la que está mucho más apegada que a su padre porque ha convivido con ella y con su hermana Lalla Khadija (13 años). Fue la princesa quien le crio. Se ha quedado en la capital y aunque no se ha desvinculado del todo de la UM6P de Benguerir, ahora estudia derecho en la Universidad Mohamed V de Rabat, un centro público. Para evitar contagiare sigue las clases a distancia, casi siempre desde el Colegio Real.

Lalla Salma lleva ahora una vida alejada de los focos, pero ha recuperado cierta actividad. Acude de nuevo con frecuencia a la sede en Mechouar Said, en Rabat, de la fundación de lucha contra el cáncer que lleva su nombre, según el diario “Akhbar al Youm”. Este centro no ha sido disuelto, pero sí funciona al ralentí. La última vez que la princesa fue vista en público fue la pasada Nochevieja en Marrakech.

El episodio de la abortada mudanza del heredero a Bengerir pone de relieve la dificultad de un relevo en el trono en Marruecos si Mohamed VI quisiera, por razones de salud, pasar el testigo a su hijo. El rey fue operado con éxito, el 14 de junio en el palacio real de Rabat, de una arritmia cardiaca, pero ese es el menor de sus problemas de salud.

El soberano alauí padece una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que entorpece el flujo de aire en esos órganos y cuyo desenlace suele, ser a la vez, un enfisema y una bronquitis crónica. La enfermedad puede ser ralentizada con un tratamiento adecuado, aunque a la larga el paciente tiende a empeorar.

Moulay Hassan es aún menor de edad y si su padre decidiese súbitamente abdicar, algo muy improbable, podría acceder al trono pero asesorado por un Consejo de Regencia. No es, sin embargo, esa tutela sobre el futuro rey la que temen las hermanas de Mohamed VI, las princesas Lalla Meryem, Lalla Asma y Lalla Hasna. Ellas recelan de la influencia de la madre sobre Moulay Hassan.

El príncipe está muy vinculado a su madre no solo por vivir con ella bajo un mismo techo sino porque empatiza con ella tras haberla visto sufrir y hasta asustarse en los meses posteriores al divorcio a causa, entre otros motivos, de las restricciones que le fueron impuestas.

Justo antes de la ruptura del matrimonio el propio rey y sus hermanas arremetieron contra la que era todavía la esposa del monarca. “Le Crapouillot Marocain”, un diario digital sin director de los que crean los servicios secretos en el mundo árabe para mancillar la reputación de un enemigo, publicó en marzo un par de largas crónicas dedicadas a Lalla Salma.

La princesa era descrita como una mujer “desdeñosa y despectiva”, con un carácter “colérico y agresivo”, que persistía además en “enfrentarse a sus cuñadas de la familia real”, pese a los “recurrentes llamamientos al orden” de su esposo el soberano. Se preparaba el terreno con esta publicación para anunciar y justificar el divorcio y, al mismo tiempo, se daba cuenta de las pésimas relaciones entre Lalla Salma y las hermanas del monarca. A ojos de ellas tres, cuanto más tarde Moulay Hassan en subir el trono, mucho mejor.

Fuente: Ignacio Cembrero

https://www.vanitatis.elconfidencial.com/casas-reales/2020-12-08/moulay-hassan-principe-marruecos-rebelion_2862528/

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