El Mundo | 16.2.15
Abdelatif Hamouchi, jefe de la policía antiterrorista (DST)
Abdelatif Hamouchi va a ser, sin embargo, condecorado por Francia dentro de unas semanas con la medalla de Oficial de la Legión de Honor. Ya posee, desde 2011, la medalla, de rango inferior, de Caballero de la Legión de Honor. Eso sí, como no puede pisar Francia, so pena de ser llevado ante un juez instructor, su medalla le será impuesta en Rabat, probablemente en la Embajada de Francia.
A ojos de la prensa oficialista marroquí, París "reconoce así su error y repara el daño". A ojos de unndiario francés como el católicoLa Croix, París "paga el precio de la reconciliación" con Marruecos. Tras casi un año de crisis el rey Mohamed VI se reunió el 9 de febrero, en París, con el presidente François Hollande. Días antes, Rabat había reanudado la cooperación judicial y policial con París, incluida la antiterrorista, que interrumpió a finales de febrero de 2014.Las autoridades de Marruecos quisieron entonces expresar así disgusto porque el 20 de febrero de 2014 siete agentes de la policía judicial francesa acudieron a la residencia del embajador marroquí en Francia con la intención de conducir a Hamouchi, que se encontraba de visita en París, ante un magistrado que quería interrogarle. El jefe policial marroquí rehusó seguirles y huyó rápidamente de Francia a través la frontera española. Nueve meses después Hamouchi regresó a España, junto con dos de sus colaboradores, para ser condecorados, en la sede de Interior, con la Cruz honorífica al Mérito de la Policía.
Desde entonces Rabat ha recurrido a otras vías, además de cortar la cooperación, para mostrar su enfado con Francia y su Justicia. A finales de enero el sacerdote francés François Picart, que preside la Asociación de Cristianos por la Abolición de la Tortura (ACAT), fue convocado por un tribunal marroquí para ser juzgado por "difamación", "ultraje a funcionarios" etcétera. El equipo de letrados de la ACAT apoyan, tras investigarlas, las tres denuncias por torturas puestas contra Hamouchi en Francia.
Anuncio de Cazeneuve en Rabat
El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, fue, tras la superación de la crisis, el primer miembro del Gobierno de Francia en viajar a Rabat. Allí anunció el sábado la imposición de una nueva medalla a Hamouchi y se deshizo en elogios hacia la policía marroquí. Alabó la "experiencia" y la "eficacia" de Marruecos "en el intercambio de información", especialmente el de la policía que dirige Hamouchi.
Cazeneuve omitió recordar que, durante casi un año, la DGST no proporcionó información a su ministerio al que solo le llegaron retazos de lo que necesitaba saber sobre Marruecos a través de las policías de España y de EE UU. Tampoco mencionó Cazeneuve que, en mayo, la prensa oficialista marroquí desveló el nombre de la jefa en Rabat de la agencia de inteligencia francesa (DGSE) obligándola, de facto, a marcharse de Marruecos.
El precio pagado por Francia para que Marruecos vuelva a colaborar ha indignado a ONG y defensores de los derechos humanos. "Me parece un auténtico escándalo, una vergüenza para Francia", declaraba, por ejemplo, Patrick Baudouin, presidente de la Federación Internacional de las Ligas de Derechos Humanos. Es "degradante haber cedido en el marco de un acuerdo con las autoridades marroquíes", añadió. "Es muy probable que habrá ahora intentos de poner trabas al buen funcionamiento de la Justicia", vaticinó Joseph Breham, uno de los letrados de la ACAT que defiende a los que fueron presuntamente torturados.