Abdelkadere Boulaala | 12.12.15
Nadie puede negar que estemos, en todo el mundo, atravesando una etapa sin precedentes, en la que, definitivamente, se ha instalado el miedo a todo y a todos. Y, si además profesas una cierta religión, peor que peor. Pregúntenle si no al joven deportista marroquí de 20 años que el pasado día 8 de diciembre se disponía a regresar a Casablanca en un vuelo de Air France, una vez acabada su participación en una competición deportiva en Suecia.
El pobre muchacho hizo, como hacen muchos musulmanes practicantes, murmurar unas plegarias previas a cualquier viaje. Lo mismito que hacen muchos cristianos, también practicantes, cuando se santiguan o simplemente levantan la vista hacia el cielo, rogando que todo salga bien. Nuestro joven deportista tuvo la desgracia de que uno de los pasajeros le estaba observando y que inmediatamente puso el grito en el cielo, reclamando la intervención del piloto. Éste, a su vez, llamó a la policía para que desalojara al joven, cosa que ocurrió incluso después de que ésta examinara el contenido de la bolsa del viajero sin encontrar nada sospechoso.
El desaguisado terminó buscándole al muchacho otro vuelo hacia Casablanca y las consabidas disculpas de rigor que de ninguna manera pueden compensar un atraco de tal magnitud.
La noticia trascendió gracias al corresponsal de un diario turco que no encontró otro título para su información que "Paranoia", ilustrando así ese estado de ánimo que nos puede embargar a todos, unos por activa y otros por pasiva, y alentar a individuos como Donald Trump para erigirse en salva patrias y decretar –en caso de ganar las primarias de los republicanos en estados Unidos– el boicot a todo musulmán que quiera viajar a ese país. Al pobre hombre sólo le queda la excusa del Islam para intentar su propia guerra en caso de llegar a la Casa Blanca. Sus antecesores ya han agotado argumentos y excusas para destrozar gran parte del Mundo. Eso sí, no se puede negar que el grandullón ha elegido un tema candente para intentar llegar a puerto con su campaña... primaria aún. Ya le han respondido personas mucho más equilibradas del mundo de la política y el deporte, Muhammad Ali Clay incluido, pero nuestro (Pato) Donald Trump no parece inmutarse. Todos los esfuerzos y maneras para llegar a desalojar del poder a Obama y a los demócratas serán consentidos. Seguro que nos hará olvidarnos del nefasto Bush, superándolo. Los vendedores de armas están de enhorabuena.