El calendario de exámenes británico se adaptará al Ramadán

El Mundo /Carlos Fresneda/Londres
07 diciembre 2016
.La proporción de musulmanes en las escuelas es del 8% pero llega al 25% en algunos barrios y ciudades
.La medida llega tras la polémica generada el pasado año en una escuela de Barclay

El calendario escolar británico se va a adaptar este año por primera vez al Ramadán para no penalizar a los estudiantes musulmanes. El mes de ayuno, que oscila según el ciclo lunar, se celebra este año entre el 5 de junio y el 6 de julio, por lo que interferiría en las reválidas de primaria (GSCE) y en los exámenes de A-Level (equivalente al bachillerato).
Aunque los 2,7 millones de musulmanes británicos constituyen el 4,7% de la población, la proporción en las escuelas llega al 8% por la alta natalidad. En ciudades multiétnicas como Birmingham o Bradford, y algunos barrios de Londres, la proporción de estudiantes musulmanes supera incluso el 25%.
"Cuando sea posible, las materias más importantes serán programadas antes del inicio del Ramadán y preferentemente por la mañana o al mediodía", puede leerse en un comunicado del Consejo de Calificaciones (JCQ), que comunicó este miércoles la novedad.
"Los responsables de las escuelas deben mostrar la voluntad de trabajar con las comunidades islámicas para asegurarse de que los estudiantes pueden cumplir el Ramadán sin que tenga una consecuencia perjudicial para sus exámenes", puede leerse en la misma nota.
El Ministerio de Educación ha tomado cartas en el asunto a petición expresa de los sindicatos, que han recalcado cómo la coincidencia habitual del noveno mes musulmán con la recta final del curso suele traducirse en un obstáculo para decenas de miles de estudiantes en las reválidas.
"Como educadores, queremos que todos los niños puedan dar lo mejor de ellos mismos en unos exámenes que serán cruciales para su futuro", ha declarado Mary Bosted, secretaria general de la Asociación de Profesores.
El detonante fue el conflicto generado en junio pasado a partir de la prohibición del ayuno durante el Ramadán a todos los niños en la escuela primaria de Barclay en el este de Londres, uno de los centros que había estado en la mirilla de las autoridades británicas ante los riesgos de radicalización de los estudiantes. La medida fue criticada por la Asociación Musulmana Británica como un intento de discriminación contra los alumnos que profesan la fe islámica.