10/05/2016 - A. B.
Lo vergonzoso en esta ocasión es que el jefe de Gobierno quiera adoptar una medida de la que se desentenderá dentro de poco, cuando lleguen las elecciones y no las gane, a menos que esté seguro de que las ganará.
Resulta que el plan de acabar con la corrupción se ha fijado en un plazo de ..¡10 años! a partir de la fecha de su adopción. Dicho de otra manera, Benkirane apuesta por la solución de un problema de actitud al que ha evitado enfrentarse durante todo este tiempo en el que ha estado sentado en la poltrona. Quiere apuntarse un tanto inmerecido, cuando su mandado ha quedado marcado precisamente por esa salida de tono en la que se desentendía de cualquier acción contra la evasión de capitales (Aafa Laho aan ma salaf) para no tener que pedirle explicaciones vía justicia, entre otros , a esa ministra que no encontró ninguna oposición en su evasión de capitales para comprarse un inmueble en París.
Seguramente, la supuesta evasora le estará muy agradecida por este su nuevo plan de combatir la corrupción y la evasión de dinero. Y nuestro primer ministro se habrá aprovechado, impunemente, de una aleya del Corán para no cumplir con sus deberes.