LOS IMANES DEBEN DE SALIR A LA CALLE A CONDENAR LOS ATENTADOS

EL ESPAÑOL

Mohamed Alami Susi: "Los imanes deben salir a la calle a denunciar los atentados"

El presidente de la Asociación Amigos del Pueblo Marroquí Itran (1999) en Barcelona exige que los dirigentes de las mezquitas asuman responsabilidades ante el desafío del extremismo salafista.

28-5-2017   Por Sonia Moreno                                                              


             Mohamed Alami Susi, fundador y presidente de la Asociación Amigos del Pueblo Marroquí Itran (1999) en Barcelona, pide a la comunidad musulmana en España que condene públicamente el atentado de Manchester, y exige que todos los dirigentes de las mezquitas asuman sus responsabilidades ante el desafío que representa el extremismo salafista. Convoca a concentraciones delante del consulado británico en Barcelona y la embajada en Madrid para condenar el atentado.
Alami nació en Tetuán (1964) pero vive en Cataluña desde los 4 años junto a toda su familia. Creó Itran en 1999, una organización de cooperación y desarrollo con proyectos de escolarización de niñas en Marruecos. Colaboró en el desbloqueo de la congelación de la adopción internacional, o la 'kafala' (tutela), entre España y Marruecos en 2012.
Desde su asociación denuncian la falta de implicación de la población musulmana en los actos de repulsa contra los atentados yihadistas.
Está claro que todos tenemos que condenar lo que está ocurriendo, salir a la calle y decir "basta ya. Esto no es islam", para que estos monstruos se den cuenta de que el mundo los rechaza, y que hasta los propios musulmanes los rechazamos. Lo que duele es que, en todas las manifestaciones de repulsa a estos actos bárbaros de asesinos, se cuenten con los dedos de la mano las personas de confesión musulmana o de origen magrebí. No puede ser que los señores que se proclaman imanes no salgan a la calle. No vemos a los magrebíes, a los musulmanes, ni a los que pregonan en las mezquitas protestar o condenar estos actos, para que la ciudadanía se dé cuenta que nosotros, los musulmanes, también estamos totalmente en contra. Es importante que la sociedad vea que estamos todos muy unidos contra esta lacra terrorista.
Dice que se autoproclaman como imanes, ¿cualquiera puede ser imán?
El nivel cultural de estas personas es bastante bajo. La mayoría no tiene una titulación en Teología. Lo venimos advirtiendo desde los años 90, que estos señores vienen a España y se les permite acampar a sus anchas. Se les deja adoctrinar y enseñar el Corán a los niños, sin tener ninguna titulación en Magisterio. Hemos advertido del daño que estaban haciendo cuando España no tenía prácticamente inmigración. Desde la asociación se lo hemos explicado a Alfonso Guerra, Rodríguez Zapatero, Jordi Pujol y Artur Mas. Conocemos el peligro pero hemos dejado que la comunidad marroquí vaya para atrás.

¿Y cuáles son las consecuencias de estas doctrinas?
En los barrios donde el colectivo musulmán es mucho mayor el resultado es fracaso; es esa generación que se ha perdido. Tenemos el mayor fracaso escolar de todas las comunidades -el marroquí es el primero- y somos la primera comunidad en presos. En rechazo social estamos a la cabeza; hemos superado, por ejemplo, a la raza gitana. Según la Fundación Jaume Bofill, de tres niños autóctonos dos no se sentarían con un marroquí.
Además de los religiosos, ¿también tendrá alguna responsabilidad la Administración?
Totalmente. Los distintos gobiernos han pasado de todo. Avisamos a los diferentes partidos políticos que tendrían que hacer algo para que no se le permita a cualquiera dar clases a niños, y nada. No escuchan. Muchos musulmanes tienen mucha rabia porque en los acuerdos del 92, el Gobierno español firmó un documento por el que todas las confesiones tienen unos derechos, como la casilla de la declaración de la Renta, el suelo islámico, el suelo para poder enterrar a la gente, etc. Y la realidad es que no hay ni mezquitas gracias al gobierno de la antigua Convèrgencia i Unió.
Hasta la misma mujer de Pujol, Marta Ferrusola, dijo públicamente que les estábamos "invadiendo" y que tenía miedo de que convirtiésemos las iglesias en mezquitas. Barcelona es la única gran ciudad europea que no dispone de una mezquita con minarete, es decir, una verdadera mezquita. En Cataluña el musulmán no reza con dignidad, reza en locales y en garajes. No hay suelo islámico en toda España, no se concede. El cementerio musulmán en Barcelona tiene tres tumbas subterráneas cuando está lleno lo vacían y lo meten en una fosa común. No se escucha al musulmán y eso está creando mucha rabia y mucho odio.
¿Y el Gobierno de Marruecos?
Al Gobierno de Marruecos no le pidas que haga nada, porque solo le interesa que mandemos divisas y tener controlada a la comunidad. Cuanto más ignorante sea ésta, mucho mejor. Y esto no va a llevarnos a ningún camino.
¿Cómo controla Marruecos a la comunidad musulmana española?
A Marruecos siempre le ha interesado controlar a los de su origen, a los marroquíes residentes en el extranjero, por su estabilidad. Está cooperando y ayudando porque conoce un poco más a su propia gente pero también hay muchos intereses. Y sí es necesaria la cooperación antiterrorista, aunque creo que es más bien una obligación. Artur Mas cedió el control de las mezquitas a Marruecos, a pesar de que no tiene la competencia para esto. Marruecos tiene un servicio secreto que está controlando y tiene carta blanca. Con la excusa del terrorismo, asume un control total.
En Cataluña se concentra el mayor número de musulmanes en España, casi medio millón, y la mitad son marroquíes. ¿Hay mucho radicalismo?
Claro, una persona se radicaliza cuando no se le da salida, si la policía la identifica constantemente, es explotada en su puesto de trabajo, entra en un bar y no le sirven, y sufre un largo etcétera de discriminaciones. Hay muchos factores que ayudan a que esta persona se meta en un gueto y ahí se fabrican delincuentes. Si atendemos a dónde vivían todos los presos, alrededor de 4.000, la mayoría procede de los guetos que se están conformando, en miniatura comparados con los que hay en Francia. Hace 12 años que dije que en España vamos por el mismo camino porque no hay verdaderas políticas de integración.
¿Ellos mismos no conforman guetos?
Tienen mucha culpa, sí. La comunidad marroquí tiene que poner más de su parte, por supuesto. Hay que luchar e integrarse. Se entiende cuando la mayoría viene de las zonas rurales, y una gran parte de la sociedad española tampoco tiene un nivel educativo alto. Pero para eso están los gobiernos, los poderes públicos y los medios de comunicación, para poder salvar y levantar el país. No ponernos a la cola de Europa, sino como un país.
En la última reunión bilateral de los ministros de Exteriores español y marroquí en Rabat, se acordó comenzar a formar imanes en España. ¿Qué le parece esta solución para evitar el radicalismo?
Marruecos no tiene que formar a nadie. ¿Por qué se tiene que meter? ¿Por qué tiene que venir Marruecos con su rito malikí? Los imanes hay que formarlos en España por españoles, tenemos gente preparada. Tienen que ser españoles porque conocen esta cultura. El problema es que en España al musulmán se le impone hasta al líder. Es una vulneración a los derechos, a la libertad de elección y a la democracia. ¿Por qué Mariano Rajoy quiere que Riay Tatari -la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE)- asuma el control de todas las federaciones de musulmanes? Eso es una mafia. Este señor lleva casi treinta años y ya se puede retirar porque no ha conseguido formar imanes con cultural general de España a pesar de todo el dinero que ha recibido.
Ustedes trabajan con la población musulmana en ambos países. ¿Cuál es la solución?
Ya lo dijo Barack Obama, "la solución no es policial, la solución es social". Estamos convirtiendo a las distintas comunidades en guetos porque las administraciones y los distintos gobiernos estás pendientes de mantenerse en el sillón y de las próximas elecciones. La alerta 4 está más que justificada, hay que estar muy vigilantes, dejarnos de esas detenciones para hacer ruido, porque al día siguiente ya están en la calle. Debemos hacer un trabajo mucho más laborioso y que verdaderamente quieran terminar con este radicalismo. Hay que potenciar, dialogar e informar a nuestra gente. Y si hay emigrantes que no cumplen los requisitos y no se adaptan, es necesario estudiar su expulsión para evitar conflictos.