El I Coloquio ‘Marroquíes en España: retos y soluciones’ pone de acuerdo a expertos de diferentes áreas
La Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí ITRAN, en colaboración con Reporteras por el Mundo (RPM), organizó el I Coloquio ‘Marroquíes en España: retos y soluciones’, una jornada centrada en los desafíos sociales, educativos y políticos que enfrenta la comunidad marroquí en España, especialmente la que habita en Cataluña.
Fundada en 2001, ITRAN es una ONG que promueve la cooperación y la amistad entre las sociedades marroquí y española. Por su parte, Reporteras por el Mundo es un grupo de ex corresponsales que ponen el foco en el contenido y la información internacional. Este encuentro tuvo como objetivo analizar la realidad de una comunidad que, con descendientes españoles, sigue enfrentando importantes barreras de inclusión, a pesar de sus destacadas contribuciones culturales, sociales y económicas.
Las cinco mesas, dedicadas a la migración, el trabajo, la educación, las narrativas y las necesidades de esta comunidad, estuvieron moderadas por la comunicadora y presentadora Awatef Ahmittach y por la periodista especializada en el Magreb, parte de Reporteras por el Mundo, Sonia Moreno.
La inauguración corrió a cargo del presidente de Itran, Mohamed Alami, que explicó las dificultades a las que se enfrentaron para organizar el evento, ya que las autoridades diplomáticas marroquíes en el país no contribuyeron a colaborar en su celebración. De hecho, se realizó sin la presencia de ningún cargo diplomático marroquí en España. Igualmente, la Administración española intentó imponer a algunas personas con perfil político como ponentes, algo que la dirección rechazó al tratarse de un evento social y humanitario.
Racismo en frontera y falta de garantías jurídicas
La jornada comenzó con la Mesa de Migraciones, donde se abordó la situación en las rutas marítimas y los centros de internamiento para personas extranjeras. La abogada Antonia Franco, miembro de la Asociación Emergencias Frontera Sur Motril, denunció que “la población marroquí sufre un descarado racismo. Por mucho que la Administración lo niegue y lo quiera ocultar, la selección de las personas para ubicarlas o expulsarlas es muy arbitraria. No se les da ningún tipo de información y, si se les asigna un letrado de oficio, ni siquiera llegan a conocerlo”.
Franco también alertó sobre las condiciones en los centros de internamiento, afirmando que “algunos parecen prisiones; incluso conocí un caso en el que se les daba comida caducada. Así que díganme cómo pueden sentirse estas personas”. Asimismo, criticó duramente a FRONTEX, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, relatando que “el pasado noviembre detectamos una lancha con 11 personas a bordo, entre ellos 3 o 4 menores. Otra lancha pasó por encima y 9 cayeron al mar. No se les buscó y no se sabe nada de ellos, porque básicamente no existe ningún protocolo establecido para la búsqueda de estas personas en el mar”. Con el drama de los desaparecidos en el Mediterráneo, finalizó su exposición, reivindicando que hay que darle información a las familias que no pueden realizar el luto hasta encontrar el cuerpo de su familiar.
Acceso desigual y segregación educativa en las primeras etapas
La Mesa de Educación incidió en el problema de la segregación escolar y en el acceso desigual al sistema educativo. Héctor Cebolla, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), presentó por primera vez los resultados de un estudio sobre discriminación escolar, que consistió en enviar solicitudes de admisión ficticias de escolarización a las 5.000 escuelas infantiles en toda España. En el caso, de la población marroquí, con los nombres más comunes masculinos y femeninos. La investigación reveló un alto grado de discriminación hacia estudiantes con apellidos marroquíes y, muy por debajo, los senegaleses. “Es decir, hay indicios de que si en España la fecundidad fuera más elevada, los marroquíes tendrían más dificultad de acceso a la educación infantil”, adelantó Cebolla. En segundo lugar, existen diferencias en las escuelas católicas o alguna vinculación con ellas, y se discrimina más en los lugares que tienen el precio del metro cuadrado más bajo.
Por su parte, Julián Claramunt, experto en políticas contra la segregación escolar, incidió en la importancia del estímulo temprano y destacó el papel fundamental de las guarderías y el parvulario. “Es fundamental pensar en el bienestar infantil como requisito indispensable, y después pensar en la educación. La mayoría de hijos de personas migradas vive situaciones muy duras, ya sea en extranjería, en Cáritas o en algún otro tipo de institución. Hay que protegerlos de eso”, defendió.
El público enmudeció con el emotivo testimonio de Yousra Touri, educadora de Cáritas en Vic, quien compartió su experiencia personal como hija de una familia migrada. Recordó que “cuando salía de clase, mis compañeras tenían agendas de ministras: que si inglés, danza o lo que sea. A nosotros solo nos quedaba ir al parque, y encima nos criminalizaban por ello”. De esta manera, reivindicó la importancia de unas actividades extraescolares gratuitas y accesibles para todos. Además, propuso la importancia de la formación transversal en competencia cultural, como la que ya se está aplicando con la de género, sobre todo en el ámbito educativo. Ya que hay una carencia importante de profesionales preparados con esta perspectiva, y eso a menudo tiene una incidencia negativa en la experiencia de los afectados.
Otras perspectivas en el ámbito laboral
Las nuevas perspectivas también deben incorporarse al ámbito laboral. En este sentido, la mesa dedicada al tema del empleo abrió el debate planteando la dificultad que enfrentan las mujeres marroquíes para acceder al mercado laboral. “Mientras que el 65 % de las mujeres nacidas en España entre 16 y 64 años trabaja, solo el 22 % de las mujeres marroquíes lo hace”, indicó Lluis Torrens, de la Fundación Bit. Por ello, resultan fundamentales las iniciativas promovidas desde la economía social, para contrarrestar esta desigualdad.
Un ejemplo destacado es el proyecto Idària Cooperativa, que presentó su director y presidente, Karim Sabni, defensor del emprendimiento y la economía social y solidaria (ESS) como una herramienta de transformación social y económica. Crea oportunidades laborales para personas en riesgo de exclusión social, mediante empleos vinculados a la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente. “La economía solidaria pone a las personas en el centro, y nosotros vamos más allá porque tenemos también en cuenta la vulnerabilidad. Todos tenemos vulnerabilidades, y ponerlas en el centro nos da una visión más transversal para poder trabajar con la persona”.
En la misma línea, Sonia Moragrega, directora general de la Fundación Intermedia, subrayó la necesidad de apostar por itinerarios de inserción más eficaces. “La clave para mejorar la empleabilidad de la comunidad marroquí, especialmente de las mujeres, es ofrecer formaciones duales que combinen aprendizaje teórico con experiencia laboral real”, afirmó. Intermedia trabaja desde hace años con colectivos vulnerables, desarrollando programas que conectan a las personas con oportunidades reales en el mercado laboral, fomentando la autonomía, la inclusión y la igualdad de condiciones.
Identidad, narrativas y la necesidad de nuevas miradas
Las mesas de Narrativas y de Necesidades compartieron enfoques y participantes, como Noe Ayguasenosa, conflictóloga y consultora en seguridad, que aportó una perspectiva transversal basada en su experiencia de campo. Desde una reflexión más filosófica, Mostafá Shaimi, profesor de la Universidad de Girona, sostuvo que “debemos acabar con las identidades que generan diferencias y exclusiones”. Ayguasenosa, por su parte, respondió desde su vivencia personal: “A veces la identidad va mucho más allá de un país; se basa en los caminos que te da la vida. A mí, por ejemplo, lo que más me ha dado identidad es haber sido superviviente de una enfermedad”.
Otro momento emotivo de la jornada fue cuando Óscar Negredo, coordinador de medición comunitaria en el Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat, mostró una imagen de las cartas Dixit, una herramienta de mediación y resolución de conflictos, donde las personas representan como se ven y al lado como las ven, y como las imágenes eran la antítesis. Asimismo, recordó la falta de oratorios, espacios adecuados para que la población marroquí rece, como mezquitas con minarete; y de suelo para enterrar a las personas musulmanas.
En la misma Mesa de Necesidades, se trató como los Mossos d’Esquadra trabajan en situación de extremismo o radicalización. El inspector Jordi Fábregas explicó que cada vez hay más personas marroquíes en el cuerpo, y que preparan a los agentes para distinguir situaciones habituales de las radicalizadas.
Todo ello con un público experto, preparado y entregado. Profesores, periodistas, mediadores, trabajadores sociales, investigadores y miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado participaron e interactuaron con los ponentes, aportando diferentes perspectivas y soluciones. Precisamente, Noe Ayguasenosa, animó a todos los profesionales a “remar juntos en la misma dirección” como receta de “paz y amor”.
Un espacio de compromiso y continuidad
El coloquio finalizó con una llamada a continuar el trabajo iniciado, no solo desde las instituciones y entidades sociales, sino también desde los medios de comunicación, el ámbito académico y la ciudadanía. La organización recalcó que esta iniciativa es solo el principio de un compromiso más amplio y sostenido con la inclusión real de la comunidad marroquí en España.
La delegada del Gobierno de Cataluña en Barcelona, Pilar Díaz Romero, consideró “necesarios” este tipo de espacios y apeló a que se le hiciera llegar las recomendaciones y conclusiones a las que llegaron los expertos a lo largo de la jornada para mejorar la vida de las personas marroquíes en la comunidad autónoma. “Todas estas reflexiones nos deben ayudar para impulsar las políticas públicas, no solo se deben quedar aquí (...) deben aportar valor en el momento de tomar decisiones y de emprender nuevas políticas; y además sería conveniente hacer difusión de las conclusiones y los resultados a los que habéis llegado”, aconsejó Díaz Romero en nombre de la Generalitat. Por lo que la dirección del evento adelantó que trabajará en un documento de cierre con las medidas a implementar, que enviará a las administraciones y del que se hará un seguimiento hasta que se celebre la segunda edición del coloquio el próximo año.
En la clausura participó también la diputada marroquí Nabila Mounib, del Partido Socialista Unificado (PSU), quien a lo largo de la jornada fue muy activa. “Hemos reflexionado juntos para la construcción de una sociedad inclusiva e igualitaria”, destacó. Situó la inmigración “como un tema global y también como una oportunidad”, y echó la culpa de la xenofobia y el racismo a “la frustración engendrada por la aplicación de la política del mercado y el neoliberalismo salvaje, que nos ha deshumanizado”.
Así concluyó una jornada atravesada por el diálogo, la escucha activa y la voluntad de cambio. Más que un simple punto de encuentro, el coloquio se consolidó como el inicio de un compromiso compartido que aspira a perdurar en el tiempo, traducido en acciones concretas y seguimiento real. La próxima edición no será solo una fecha marcada en el calendario, sino la continuación de una hoja de ruta que busca transformar el presente con visión de futuro.
Exposición ‘Sobrevivir a los campos de fresas’
El coloquio está acompañado de la exposición fotográfica ‘Sobrevivir a los campos de fresas’, sobre las condiciones laborales de alrededor de 20.000 temporeras marroquíes, que viajan cada año del norte de África al sur de España para trabajar durante unos meses en los campos de frutos rojos a cambio de un sueldo digno para poder mantener a sus familias. Migran a la provincia española de Huelva con visado por la vía de la contratación en origen pero, pese a la estructura legal que las ampara, algunas sufren todo tipo de abusos y maltratos una vez llegan a las fincas agrícolas. Las jornaleras que se han atrevido a alzar la voz denuncian casos de explotación laboral, acoso y agresión sexuales.
En los tres o cuatro meses que suelen estar en Huelva, las mujeres marroquíes generan ingresos para alimentar a sus hijos y a su familia durante todo el año. Esta región española, colindante con Portugal, es responsable de la producción nacional del 98% de frutos rojos.
El fotoperiodista Pablo Tosco viajó con ellas desde Tánger hasta Huelva, en el ferry y en el autocar. Igualmente, las acompañó cuando se instalaron en los barracones o en las casas de las fincas, y acudió con ellas a su jornada laboral al día siguiente. También se sentó con algunos de los empresarios para conocer la situación de estas trabajadoras marroquíes. Las imágenes están acompañadas de los textos explicativos de los periodistas María Altimira, Quique Badia y David Meseguer.
La exposición se puede ver todo el mes de mayo en el Casal de Barrio del Maresme (Carrer de Puigcerdà, 100. Sant Martí, Barcelona).
Itran y Reporteras por el Mundo trabajan en los contenidos del segundo coloquio, que tratará temas tan necesarios como el acceso a la vivienda, y como es necesaria incluso para solicitar la reagrupación familiar. Se espera que se celebre en el mes de marzo de 2026. Al mismo tiempo, a lo largo del año, realizarán un seguimiento para que las sugerencias aportadas en el I Coloquio ‘Marroquíes en España: retos y soluciones’ se tengan en cuenta y se implementen.