El Mundo | 30.1.15
Mohamed VI ordenó en 2014 suspender la cooperación con la antigua potencia colonial. El monarca se reunirá con François Hollande durante su visita a la capital gala.
El rey Mohamed VI de Marruecos ha puesto fin este viernes a once meses de crisis diplomática con Francia al emprender un viaje privado a ese país durante el que aprovechará para entrevistarse con el presidente François Hollande, según indican fuentes diplomáticas en Rabat. El monarca pasará unos días en su castillo de Betz, al noreste de París, al que lleva desde 2013 sin ir. La fecha de su reunión con el jefe de Estado francés ha sido apalabrada entre el palacio real y El Elíseo, pero no ha sido cerrada.
Las autoridades marroquíes desencadenaron la crisis a finales de febrero del año pasado suspendiendo la cooperación judicial y policial con Francia, incluida la colaboración antiterrorista, lo que llevó a las fuerzas de seguridad españolas a desempeñar un papel de intermediarias entre Rabat y París. Rabat tomó esta doble decisión después de que una magistrada francesa enviase, el 20 de febrero, a siete agentes de la policía judicial a la residencia del embajador marroquí en París con la intención de llevar al juzgado de instrucción a Abdelatif Hamouchi, el jefe de la Dirección de Supervisión del Territorio (DST), la policía secreta de Marruecos. Hamouchi se negó a acompañarles y salió precipitadamente de Francia a través de la frontera española.
Dos marroquíes y un saharaui independentista se habían querellado en París contra Hamouchi por ser cómplice de las torturas que, según ellos, padecieron durante los interrogatorios policiales en Temara, en la periferia de Rabat, donde está la sede de la DST. Sus querellas han sido respaldadas por la Asociación de Cristianos por la Abolición de la Tortura.
Las dimensiones de la crisis franco-marroquí
La bronca franco-marroquí empezó el 20 de febrero del año pasado cuando media docena de agentes de la policía judicial francesa acudieron a la residencia del Embajador de Marruecos con la intención de conducir ante un juez instructor al ya mencionado Hammouchi, jefe de la policía secreta, contra el que se han presentado en París tres denuncias por tortura. Hammouchi fue, en cambio, condecorado por la Policía española.
Las autoridades marroquíes reaccionaron suspendiendo la cooperación judicial con Francia, lo que complica la vida a miles de ciudadanos que no logran convalidar una sentencia de divorcio o la partición de una herencia. Hubo después otros incidentes bilaterales, como el cacheo corporal en marzo del ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Salaheddin Mezzouar, en un aeropuerto de París.
Los responsables marroquíes reprocharon en el fondo al presidente Hollande haber "reequilibrado su política magrebí" en beneficio de Argelia y en detrimento de Marruecos, según escribió, por ejemplo, Fahd Yata, director del semanario 'La Nouvelle Tribune'.