Futbol Club Barcelona y la vergüenza de Qatar

ITRAN   |   17.7.15

Desde la Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí - ITRAN, ONG catalana y española de cooperación y ayuda al desarrollo del pueblo marroquí, pedimos al Futbol Club Barcelona, a sus socios y a todos los candidatos a la presidencia del Club, que estos días debaten sobre el futuro de la entidad, que renuncien a la financiación procedente de Qatar.

El estado qatarí está asociado al más absoluto desprecio de los derechos humanos y a la difusión de la más intolerante versión del Islam, el salafismo, movimiento abiertamente antioccidental y antidemocrático. Y el dinero qatarí, con la complacencia y permisividad de las autoridades del país, financia a grupos yihadistas que, con el pretexto de la defensa de la pureza de su fe islámica, están extendiendo el terror por todo el mundo, tanto en Occidente como en Oriente y en África.

Esclavos modernos en Qatar

De manera sistemàtica, los trabajadores migrantes no cualificados en Qatar sufren explotación y abusos por parte de sus empleadores, son esclavos modernos para sus empleadores qataríes, sus propietarios de facto.

El sistema legal de Qatar exige que los trabajadores extranjeros sin cualificación tengan un patrocinador local, generalmente su empleador, que se convierte en su responsable legal: se requiere el consentimiento del empleador para cambiar de trabajo, dejar el país, obtener el permiso de conducir, alquilar una vivienda o abrir una cuenta bancaria. Este sistema ha sido criticado por organizaciones internacionales sindicales y de defensa de los derechos humanos por crear oportunidades para la explotación de trabajadores, pues muchos empleadores retienen los pasaportes y abusan de sus trabajadores con pocos riesgos de consecuencias legales.

En mayo de 2014, ante la presión internacional, el gobierno qatarí anunció propuestas de reforma de este sistema de kafala o patrocinio, promesa que a día de hoy aún no se ha cumplido.

Algunas referencias:

Apoyo de Qatar al extremismo yihadista

La sospecha internacional sobre el apoyo financiero del régimen qatarí a grupos yihadista en Siria, Irak y Libia es general.

Las declaraciones oficiales son más cautas, pero también inequívocas.

  • Informe del Servicio de Investigación del Congreso de los Estados Unidos sobre Qatar, de noviembre de 2014:
  • El gobierno de Estados Unidos no ha acusado públicamente el estado de Qatar de proporcionar apoyo material a organizaciones terroristas, pero recientes declaraciones del gobierno estadounidense afirman que ciudadanos privados de Qatar e individuos con sede en Qatar proporcionan tal apoyo. En marzo y octubre de 2014, David Cohen, subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, de los Estados Unidos, se refirió a Qatar como una jurisdicción "permisiva" con la financiación del terrorismo.

Financiación qatarí de mezquitas salafistas en España

El salafismo en Cataluña es un fenómeno en constante crecimiento, en especial entre los jóvenes. Muchos de ellos creen ver en esta interpretación rigorista del Islam la solución a sus problemas derivados de la crisis económica y la falta de integración social. Y en algunos casos, se trata del primer paso para acceder a la yihad, la "guerra santa" contra los infieles occidentales, culpables de todos sus males.

Cataluña es una de las comunidades autónomas de España donde este problema es más preocupante, y son los países del Golfo, en especial Qatar, quienes financian las 250 mezquitas salafista que hay en Cataluña, y el emirato de Qatar planea la apertura de 150 mezquitas más en España en los próximos cinco años. Esto debería ser motivo de preocupación para todos nosotros, por cuanto constituye una posible vía para el incremento del islamismo más radical que, traicionando su propia fe, deriva en el terrorismo.

 

La camiseta del Barça que lucen orgullosos e inocentes nuestros hijos e hijas no puede dar publicidad al país que patrocina tanta miseria, fanatismo y horror. Es una vergüenza para el Club, para todos sus socios y seguidores y para toda nuestra sociedad.